lunes, 28 de enero de 2013

[El País] 'Profesionales y enfermos denuncian que Sanidad presiona para que los pacientes acepten ser operados en clínicas. Les llaman de un call center que informa de una espera máxima, no de la real'

[27/01] 'El compromiso de Aguirre, aún en vigor, implica que no se puede tardar más de 30 días —en realidad, 60, por el truco del anestesista— en ser intervenido. Pero, para que sea así, el paciente está obligado a aceptar la primera opción que se le ofrezca, que suele ser una clínica privada. Si se niega porque prefiere operarse en su hospital, con el médico que conoce, ya no hay compromiso que valga. A quien rechazan la derivación se les informa de que el tiempo máximo de espera serán 180 días hábiles”, explica una portavoz de la Consejería.


“La penalización de seis meses se usa como justificante de la misma derivación para engañar al paciente”, se queja un traumatólogo del Gregorio Marañón. Una cirujana de Móstoles añade: “Juegan con que el que escucha no sabe muy bien quién le llama. Creen que es de su propio hospital diciendo que no les pueden operar, cuando nosotros lo que queremos es operarles a todos. Crean confusión y manipulan al ofrecerles una intervención en otro sitio en menos de 30 días. ‘Si usted no acepta, en el hospital pueden tardar en operarle seis meses’.

El paciente, que está enfermo y es vulnerable, interpreta que le van a operar en seis meses. Pero en mi hospital se opera a todo el mundo en menos de uno. Está hecho a propósito”, insiste.
¿Y quién ofrece la derivación a la privada? En muchos hospitales son los propios servicios de Admisión los que, con el paciente presente, le hablan del compromiso de los 30 días y de las alternativas, que casi siempre son clínicas concertadas. En otros casos, es un servicio de citación telefónica, un call center, el que llama al paciente en cuanto entra en la lista de espera oficial. “El call center apoya a los hospitales ofreciendo a los pacientes una alternativa distinta de la de operarse en su propio hospital cuando la intervención quirúrgica es considerada como derivable y no se puede realizar en menos de 30 días”, asegura la Consejería de Sanidad, pese a los testimonios que afirman que eso, en ocasiones, es falso.

La Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem) ha iniciado un registro de este tipo de derivaciones a clínicas privadas. Considera que “engañan” a los pacientes al no informarles de la lista de espera real que hay en sus hospitales. Los jefes de servicio de los hospitales madrileños denunciaron el viernes la “derivación sistemática de pacientes hacia hospitales privados” y la “infrautilización de recursos de la red sanitaria pública”. Sanidad responde que lo que piden es “que no se supriman las peonadas [cirugías en horario de tarde que se pagan como horas extra]”.
Los médicos lo niegan, y aseguran no entender qué lleva a Sanidad a preferir que los ciudadanos se operen en las clínicas, a las que periódicamente compra lotes de intervenciones quirúrgicas a precios concertados. “La Consejería prima la derivación”, afirma el traumatólogo. “Penaliza económicamente si un hospital no cumple su objetivo de LEQ. No le importa cómo lo cumpla, como si no opera nada y lo deriva todo. En centros con fidelización de los pacientes recibimos presiones para derivar. ¿No debería ser un índice de calidad el que el paciente se niegue a ser derivado? ¿No debería primarse al hospital que con sus propios recursos hace su lista de espera y no la deriva?' [...]

Fuente y noticia completa: El País 27/01/2013

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